La influencia de los tóxicos en el neurodesarrollo infantil
Vivimos en una sociedad
avanzada en donde los químicos, creemos, son nuestros aliados ya que nos
facilitan muchas cosas. Gracias a los químicos podemos pintar nuestras
habitaciones con pinturas que son lavables y que el color dure mucho más
tiempo, podemos evitar incendios menores o incluso evitar que las superficies
se quemen. También nos permiten dejar nuestros espacios impecablemente limpios
y aun mejor, gracias a los químicos presentes en los insecticidas podemos
evitar que cosechas enteras se pierdan por las plagas.
Pero, ¿son más los beneficios de los
químicos que las consecuencias que pueden traernos si estamos en constante
presencia de ellos? ¿Estamos realmente conscientes de lo perjudiciales que son
para nuestra salud y la de los nuestros?
Existen estudios que indican que 1
de cada 6 niños en los Estados Unidos, 17% más que la década pasada, tienen una
discapacidad del desarrollo entre las que se encuentran problemas del
aprendizaje, autismo, déficit de atención e hiperactividad y otros retardos en
el desarrollo. En el 2012, 1 de cada 10 niños tenia Trastorno de Déficit de
Atención con Hiperactividad (TDAH) y en el 2014, 1 de cada 68 niños tenía algún
Trastorno del Espectro Autista (TEA) (Boyle, et al. 2011; Bloom et al. 2013 y
CDC 2014 citado por Benneth et al. 2016). Frente a estas cifras tan alarmantes
es necesario preguntarse ¿qué está ocasionando todos estos trastornos? ¿Podrían
estar relacionados a la exposición de sustancias tóxicas?
El proyecto TENDR
En el
año 2015 un grupo de científicos, profesionales de salud y organizaciones
avocadas por los niños (40 en total), preocupados por el efecto que podrían
tener los químicos y otros tóxicos en el desarrollo cerebral embrionario y
basándose en el aumento de la prevalencia de condiciones como los TEA, TDAH,
discapacidad intelectual y otras deficiencias en el aprendizaje y problemas
conductuales, decidieron investigar a fondo cuáles son los químicos que tienen
incidencia en el desarrollo cerebral, cuáles son los efectos reales que tienen
estos químicos en el neurodesarrollo pre y postnatal, y qué tan expuestas están
las madres embarazadas.
Después de un año de estudios e
investigación, en Julio de 2016 publicaron una declaración de consenso en donde
se enumeran una lista de químicos que son los posibles causales de las
alteraciones en el neurodesarrollo infantil. Los principales químicos son los
siguientes:
- Pesticidas
Organofosforados (PO): Estos pesticidas son usados en una gran variedad de
cultivos como plantaciones de frutas, vegetales, trigo, soya, maíz y algodón.
Aunque su uso en la agricultura ha ido disminuyendo, solo en el 2007 se
aplicaron 15 millones de kilos. Los PO son neurotoxinas que inhiben la
actividad de la acetilcolinesterasa, la cual es una enzima necesaria para el
funcionamiento adecuado de los nervios, teniendo como consecuencia a su
exposición espasmos musculares, confusión, mareos, pérdida de consciencia,
convulsiones, calambres abdominales, vómitos, diarrea, cese de la respiración,
parálisis y en casos extremos, la muerte.
- Difeniléteres
Polibromados: Son los conocidos químicos ignífugos o resistentes al fuego.
Existen varios tipos de este químico y existían dos de estos que fueron incluidos
en gran cantidad de productos del hogar como las carcasas de los televisores y
computadoras, las alfombras de plástico, telas, cubiertas de cables e incluso
en productos de bebe como la silla para el carro y las estaciones de cambio de
pañal. La exposición a estos químicos puede traer como consecuencia disminución
del Coeficiente Intelectual, problemas de comprensión verbal, razonamiento
perceptual, coordinación motora, hiperactividad, impulsividad y atención.
- Contaminantes
del aire relacionados a los combustibles, hidrocarburos aromáticos
policíclicos, dióxido de nitrógeno y material particulado: Son el resultado de
la quema de combustibles fósiles, como carbón, aceite, gas natural y gasolina.
También en la quema de madera y otros materiales. La Organización Mundial de la
Salud (OMS) reporta que aproximadamente 2 millones de personas en todo el mundo
mueren de forma prematura por exposición a estos gases. La exposición prematura
a estos gases se asocia con retardos en el desarrollo, CI por debajo de la
media, síntomas de ansiedad, depresión e inatención.
- Plomo:
Puede ser encontrado en la gasolina de los aviones, pinturas industriales,
balas, baterías de carros, lubricantes y juguetes. No hay un nivel seguro de
plomo en la sangre de los niños. En niveles bajos están asociados a coeficiente
intelectual bajo, dificultades de aprendizaje, déficits de atención, problemas
de conducta o desórdenes de conducta. En niveles más altos se asocia con TDAH.
Es importante mencionar que si bien todos de
alguna u otra manera estamos expuestos a estos químicos, aquellos niños que
tengan un sistema inmunológico débil y que de manera persistente están
expuestos a estos químicos, tienen muchas más posibilidades de sufrir alguno de
los trastornos antes mencionados.
¿Qué
se ha hecho al respecto?
Si bien se han hecho restricciones en el uso de
estos químicos, el cambio ha sido lento y de la misma manera se han utilizado
otros tipos de químicos en sustitución que pueden traer consecuencias
similares.
Cabe destacar que las políticas que eliminaron
el uso del plomo en la gasolina, en pinturas y otros productos ha ayudado a
disminuir las cantidades de este metal en la sangre de los niños, sin embargo,
hay que seguir presionando e informando para que se siga promoviendo la
eliminación de estas sustancias tóxicas de los productos que llegan al
consumidor y de ser imposible, las empresas deben tomar todas las medidas de
protección y medidas sanitarias para evitar que tanto sus empleados como sus
familias se vean vulnerables ante la exposición de estas sustancias.
El proyecto TENDR ha hecho bastante publicidad
de los descubrimientos hechos a través de la declaración de consenso, un
artículo en el New York Times, les hicieron un reportaje en CNN, han tenido más
de 20 entrevistas en programa de radio entre otras medidas de diseminación de
la información.
Mientas se continúan haciendo políticas y
restricciones, hay que evitar en lo posible entrar en contacto con este tipo de
químicos, ya que conocemos las graves consecuencias que pueden traer a nuestros
seres queridos. ¿Seguimos creyendo que los químicos son nuestros aliados?
Referencias:
Bennett D, Bellinger DC, Birnbaum LS, Bradman
A, Chen A, Cory-Slechta DA, Engel SM, Fallin MD, Halladay A, Hauser R,
Hertz-Picciotto I, Kwiatkowski CF, Lanphear BP, Marquez E, Marty M, McPartland
J, Newschaffer CJ, Payne-Sturges D, Patisaul HB, Perera FP, Ritz B, Sass J,
Schantz SL, Webster TF, Whyatt RM, Woodruff TJ, Zoeller RT, Anderko L, Campbell
C, Conry JA, DeNicola N, Gould RM, Hirtz D, Huffling K, Landrigan PJ, Lavin A,
Miller M, Mitchell MA, Rubin L, Schettler T, Tran HL, Acosta A, Brody C, Miller
E, Miller P, Swanson M, Witherspoon NO. 2016. Project TENDR: Targeting Environmental
Neuro-Developmental Risks. The TENDR Consensus Statement. Environ Health
Perspect 124:A118–A122; http://dx.doi.org/10.1289/EHP358.
Daniel Comin, Tóxicos y alteraciones en
el neurodesarrollo infantil, en Autismo Diario, 14 agosto, 2016, https://autismodiario.org/2016/08/14/toxicos-y-alteraciones-en-el-neurodesarrollo-infantil/.
Swanson, M. y Hertz-Picciotto, I. (2016). Targeting Environmental Neuro Development Risks. http://www.healthandenvironment.org/uploads/docs/Dr_Hertz_Picciotto_TENDR.pdf
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